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24 de junio de 2009

Comunicado a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y sus Efectos en el Desarrollo

Ante la convocatoria realizada por el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para la realización de una Conferencia de la ONU sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y sus Efectos en el Desarrollo, el Barco de la Paz desea hacer oportuna esta ocasión para congratularse con este proceso, enfocado en atender el impacto de esta crisis en el desarrollo, y para compartir algunas de las voces ciudadanas escuchadas como parte de nuestro activismo con comunidades locales a nivel internacional.

Como parte de nuestros viajes globales realizados regularmente, el Barco de la Paz ha sido testigo de como el sistema actual, mayoritariamente originado en los países “desarrollados”, ha dado como resultado la presente crisis – que podría considerarse mas bien como una conjunto de crisis alimentaria, medioambiental, de energía, comercial, así como social y de sistemas financieros – que afectan a billones de personas alrededor del mundo, y más aún y en forma disproporcionada a los sectores más vulnerables de los países “en vías de desarrollo”, empujando a millones hacia el desempleo, la pobreza y el hambre.

Consideramos que la crisis actual no puede ser solucionada por medio de acciones simplistas como intentar regresar al estado pre-crisis, o restauraciones cosméticas. Lo que es necesario son reformas profundas y fundamentales del sistema internacional, que tomen en consideración al medio ambiente, la pobreza y otros desafíos urgentes a los que se enfrenta la humanidad, con la finalidad de superar las desigualdades, beneficiar a la gente y servir positiva y globalmente al planeta.

La actual crisis financiera global no puede ser utilizada como excusa por parte de los “países desarrollados”, para no cumplir con los compromisos asumidos hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas. Ahora más que nunca, los Gobiernos tienen la obligación de hacer que sus repetidos compromisos hacia los ODM se transformen en acciones, redoblando sus esfuerzos para su logro.

Es por esta razón que, en adición a la mobilización de nuevos recursos innovadores para el financiamiento del desarrollo, es esencial también asegurar el uso eficiente de los recursos financieros existentes.

El año pasado, los mas de 30,000 participantes a la Conferencia Global del Artículo 9 para Abolir la Guerra, presentaron una Declaración haciendo un llamado a los Gobiernos a cumplir con sus compromisos internacionales, incluídos aquellos contenidos en la Carta de las Naciones Unidas, y los ODM, como un primer paso hacia la construcción de una prosperidad sustentable y sostenible y de la justicia social para todos.

El Artículo 26 de la Carta de las Naciones Unidas llama a la “menor desviación posible de los recursos humanos y económicos del mundo hacia los armamentos”. Urgimos entonces a los Gobiernos a reconsiderar sus prioridades presupuestarias, a reducir sus gastos militares y a redireccionar parte de sus presupuestos militares hacia el desarrollo sostenible y la promoción de la Paz.

Superar una crisis mundial como la actual, requiere de soluciones globales que vayan más allá aún de los esfuerzos realizados hasta el momento. Es por esta razón, que reiteramos nuestro llamado a la Comunidad Internacional, a fin de unir esfuerzos ante la urgencia de esta situación, mobilizarse para resolver la crisis y trabajar en forma conjunta hacia la construción de un mundo pacífico, justo y sostenible para todos.